El origen de la medicina veterinaria se remonta a tiempos antiguos, cuando las personas comenzaron a relacionarse con animales de manera cercana, ya sea como compañeros, en actividades agrícolas, en la caza, o como ganado para obtener alimentos y otros recursos. A medida que las comunidades humanas comenzaron a domesticar animales, surgieron las necesidades de cuidado y atención médica para ellos.
Algunos hitos importantes en el desarrollo de la medicina veterinaria son:
Antiguo Egipto: Los egipcios mostraban preocupación por la salud y bienestar de sus animales, especialmente de los que tenían un papel importante en la vida cotidiana, como caballos y ganado. Se han encontrado registros de tratamientos médicos para animales en jeroglíficos y papiros antiguos.
Asiria y Babilonia: Las civilizaciones asirias y babilonias también tenían conocimientos sobre el cuidado de animales y prácticas médicas para ellos. Se mencionan algunos tratamientos y remedios en tablillas de arcilla que datan de alrededor del siglo XVIII a.C.
Grecia Antigua: En la antigua Grecia, los filósofos y científicos como Aristóteles y Heródoto hicieron observaciones sobre la anatomía y comportamiento de animales. Aunque no existía una profesión formal de medicina veterinaria, estos conocimientos sentaron las bases para futuros desarrollos en la atención de los animales.
Época Romana: Los romanos también mostraron interés en la salud y cuidado de los animales, particularmente en relación con su uso en la agricultura y en actividades militares.
Edad Media y Renacimiento: Durante la Edad Media, la atención médica de los animales estuvo asociada principalmente con los monasterios y centros religiosos. Sin embargo, fue en el Renacimiento cuando se comenzaron a establecer escuelas de veterinaria en Europa, como la mencionada Escuela Nacional Veterinaria de Lyon en Francia en 1761.
A partir de la creación de estas instituciones, se formalizó la profesión veterinaria y se desarrollaron estudios más sistemáticos sobre la medicina y cirugía de los animales. Con el tiempo, la medicina veterinaria ha evolucionado enormemente, abarcando una amplia gama de especialidades y tecnologías tanto en instrumental quirúrgico, como en otros equipos médicos para el cuidado y tratamiento de los animales, tanto doméstico como salvajes.